jueves, 4 de agosto de 2016

2.3-Nivel perceptivo-motor

El niño comienza a investigar, experimentar y vivenciar el espacio y el tiempo al actuar sobre los elementos externos. Ya no es tan importante la acción en sí misma, sino el fin por el que se realiza. Así llevará a cabo acciones como abrir una caja, identificar características de los objetos a través del uso...

Gracias a un mayor control tónico-postural, se inicia la lateralidad y se sientan las bases de otros aprendizajes posteriores como la lectura y la escritura.
Las capacidades que se deben desarrollar son:
  • Coordinación. El educador trabajará propuestas óculo-manuales y óculo-pedias, que consisten en el trabajo coordinado de las manos y el ojo y de los pies y el ojo respectivamente: recepción y lanzamiento de objetos.
  • Lateralidad. Implica la utilización de un lado de nuestro cuerpo, que será predominante sobre el otro.
  • El ajuste rítmico. A través de las melodías y sonidos armónicos, el niño llevará a cabo ciertas acciones de forma organizada, dominando la frecuencia y la intensidad.
  • La percepción del tiempo-espacio. Se adquiere gracias a la acción que los niños realizan sobre los objetos.
Hasta ahora la acción tenía un fin vivencial, pero ahora las acciones tienen que empezar a estar organizadas y secuenciadas, para ir identificando el espacio y el tiempo.

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